Nuestras especies
Si nos sumergimos en las profundidades del Pacífico, donde el mar guarda secretos, es en esos rincones ocultos de la costa chilena, donde se encuentra una joya preciosa y única: el loco, una especie endémica que ha tejido su historia en los misteriosos fondos rocosos. En su hábitat entre los 0 y 50 metros de profundidad, danza entre las rocas, custodiando los secretos de las profundidades.
La recolección de este tesoro marino es un proceso que se lleva a cabo con reverencia y respeto por parte de los pescadores artesanales, guardianes de las aguas que han sido su hogar durante generaciones. A lo largo de toda la costa chilena, en las áreas de manejo que protegen con celo, se realiza esta labor con manos expertas y corazones comprometidos.
Para preservar su población, se han implementado regulaciones estrictas que abarcan desde vedas que protegen sus períodos de reproducción hasta restricciones en las cuotas de recolección. Estas medidas se enmarcan en una nueva legislación pesquera que busca salvaguardar los tesoros del mar para las generaciones futuras.
Bajo este marco legal, los pescadores artesanales encuentran su camino, respetando las vedas temporales que se establecen por región y cumpliendo con los requisitos necesarios para recolectar el loco de manera legal y sostenible. Solo aquellos que tienen asignada un área de manejo y están organizados y registrados en ella tienen el honor de compartir este regalo del océano con el mundo.